Estos son fragmentos de las otras historias incluidas en la versión no censurada del informe sobre la Guerra Sucia elaborado por la fiscalía especial para investigar los crímenes del pasado de la PGR. En esa versión, cuyo texto completo está disponible en esta página web, siguen sin leerse cientos de líneas de información inédita:
Ahí está, por ejemplo, el modelo seguido para romper los eslabones de la organización guerrillera de la Liga a partir de observar cómo se distribuía su periódico oficial, Madera. También se ilustran técnicas de tortura tan crueles como la siguiente: “Les clavan clavos calientes en las rodillas y los atormentan hasta arrebatarles su vida”.
O los detalles de una estrategia refinada para eliminar a los integrantes de las organizaciones guerrilleras: El Plan Secreto de Operaciones Silenciador. Éste, cuya ejecución se encargó a militares y agentes de la DFS, tenía un objetivo: combatir a los guerrilleros, hostilizarlos, desarticularlos y aniquilarlos.
El informe, realizado por quienes hasta hace unas semanas eran investigadores adscritos a la Dirección, incluye una minuciosa descripción de cómo los agentes de la policía política de México, cuyos directores fueron Fernando Gutiérrez Barrios, Miguel Nazar Haro y Luis de la Barreda, armaron una red de informantes e infiltrados que le permitían saber todo de ellos.
Establecieron un sistema de vigilancia y cercamiento a las diferentes células que se generaban; sus agentes se ganaban la confianza de los activistas sociales y lograron penetrar las nacientes organizaciones armadas, hasta llegar incluso a sus órganos de dirección nacional.
“La presencia de agentes infiltrados tendría en la guerrilla objetivos como la identificación de los liderazgos nacionales, influir en las contradicciones internas y en la definición estratégica y táctica de sus decisiones”, dice.
El mejor ejemplo de infiltración sería la Liga Comunista 23 de Septiembre. Revela el informe que durante la conformación de ese grupo, por lo menos dos agentes de la DFS participaron en su reunión constitutiva, e incluso uno de ellos formó parte del Buró Político de la Dirección, el mismo que tomaría parte en la decisión de ejecutar los secuestros del cónsul británico Anthony Duncan Williams y del industrial Fernando Aranguren Castiello.
Carlos Renteria Rodriguez es asesinado en mayo de 1974 posterior a su asistencia a la ultima reunion nacional de los representantes politicos de los elementos de base de la Liga C 23 de Sep.