La respuesta de los aparatos policíacos sería efectiva. “La policía se mueve con toda libertad para incomunicar, torturar, someter a todo tipo de vejaciones e incluso violaciones y presentar cuando quiera a los detenidos —sean rebeldes o sus familias o sus amigos detenidos—. Todos ellos fueron conducidos a cárceles clandestinas y cuarteles militares, particularmente el CM1. La LC23S ahonda su militarismo donde está en evidente desventaja en relación con el Estado. Descuida su trabajo político e incrementa sus operaciones de asaltos a bancos y establecimientos comerciales en Nuevo León, Jalisco, Ciudad de México y Durango. También continúa matando policías en las principales ciudades del país. Esta cadena delictiva por ambas partes produce más detenidos y muertos en combate”.
El informe explica: a cada acción de la guerrilla se dio una reacción de mayor fuerza de los órganos de seguridad del Estado. La policía desarticuló brigadas completas en Durango, Sinaloa, Jalisco, Veracruz, Oaxaca. Las operaciones para aniquilar los reductos de la Liga se concentraron en Sonora y en Oaxaca, tanto en las ciudades como en la sierra.
Importantes dirigentes nacionales, como Carlos Rentería Rodríguez, fueron emboscados y muertos. Él, en junio de 1976. El combate contraguerrillero se intensificó en Jalisco y el DF. La Liga fue golpeada en varios casos con detenciones masivas, como la ocurrida en febrero de 1974 en Sonora cuando fueron detenidos 16 de sus militantes.
Peor aún, la condición de derrota que se vivía los llevó a la ejecución a sus propios compañeros, que fueron acusados de ser ‘agentes de la policía’. La situación terminó siendo desastrosa para la Liga, a lo que se sumó el genocidio de sus integrantes detenidos y desaparecidos, como Rodolfo Reyes Crespo en diciembre de 1973. En noviembre de 1974, los operativos militares realizados en la selva de Chiapas y en la sierra de Sonora también desarticulan a la guerrilla rural emprendida por la Liga.
En esa ruta quedaría el rojo 14 de febrero de 1974. Esa tarde-noche, en menos de seis horas, guerrilla y ejército mostrarían sus fases más violentas.
El primer golpe vendría de parte de la recién creada Brigada Roja, el grupo de elite de la Liga, que embosca a la escolta militar de resguardo del tren que circulaba por Xalostoc, Ecatepec. Unas horas más tarde, el ejército y agentes de la DFS toman por asalto la casa de seguridad de las Fuerzas de Liberación Nacional en Nepantla, estado de México. Ese mismo día se inicia en Chiapas la Operación Diamante para capturar a miembros de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), grupo donde se localizan los orígenes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Vendrían días de fugas y persecuciones y bajas permanentes en todos los frentes.
Carlos Renteria Rodriguez es asesinado en mayo de 1974 posterior a su asistencia a la ultima reunion nacional de los representantes politicos de los elementos de base de la Liga C 23 de Sep.